Tras unos dias retomo la cronica del viaje a Chicago.
No situamos en el martes 28 de Julio, ya establecidos en el hotel, nos esperaba la primera visita turistica por Chicago, el destino principal era la Torre Sears o la ahora llamada Willis tower.
Salimos por la mañana del hotel, estuvimos desayunando en un sitio pequeño a los pies de la torre Hancock, un sitio curioso donde desayune un panini con salchichas, como veis, desayunos ligeros...
Tras llenarnos el estomago, bajamos la magnificent mile hasta el puente, por esa no parabamos de hacer fotos a todos los rascacielos, hasta que llegamos al millenium Park.
Un parque construido en este siglo, y la verdad es que se han lucido, bastante bonito, con un gran auditorio para conciertos, la famosa cloud gate que es una escultura con forma de alubia, es un espejo y la verdad es que atrae bastante la curiosidad de los visitantes.
Tambien el parque cuenta con la crown fountain, que por cierto el dia que pasamos estaba llena de niños bañandose en ella, o al menos chapoteando con los pies, como curiosidad son dos pantallas verticales desde donde se expulsa el agua, las caras que van apareciendo en las pantallas son de habitantes de Chicago.
A partir del parque nuestro destino era la torre Sears, impresionante se mire por donde se mire, aunque eso si, tuvimos que esperar como un par de horas de cola para poder subir.
Arriba logicamente me quedaria corto explicandolo, vistas de todo Chicago, del lago Michigan,y es que sus 442 metros de altura dan para mucho, ademas tuvimos la suerte que a principios de Julio inauguraron una nueva atraccion llamada The Edge.
La atraccion consistia en unos metacrilatos suspendidos en el aire, con lo cual pisas el metacrilato suspendido en el aire, la sensacion es sencillamente espectacular, tener Chicago a tus pies es algo impresionante.
Tras el subidon que supuso la torre Sears, comimos en un sitio con comida picante, nos atendieron en castellano, y la verdad es que estuvieron bastante amables con nosotros.
Como al dia siguiente los padres de David ya regresaban a España, ellos se dedicaron a las compras por la milla de oro, y nosotros pues tambien aprovechamos esa tarde para empezar con las primeras compras.
Tras pasar por el hotel para dejar las compras, nos fuimos andando al Navy Pier, un paseo maritimo que esta situado en el lago michigan, es un paseo con multitud de restaurantes, atracciones como una noria que fue la mas grande de Estados unidos durante un tiempo, en definitiva un sitio donde todo el dia hay ambiente.
Alli cenamos en un restaurante llamado Bubba Gump, si, habeis adivinado, un restaurante que toma el mitico personaje de Forrest Gump para ofrecerte un menu con gambas por todos lados.
No se comio mal, pero el servicio dejo algo que desear, se ve que alli a las 10 de la noche estan pensando mas en irse a dormir que en seguir sirviendo cenas.
Asi acabo el martes en Chicago.
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