Celebrando la victoria de los White Sox
sonaba el himno americano en el estadio.
Todos a los pies de Jordan.
Como dije en la entrada anterior, el octavo dia del viaje iba a ser el mas deportivo de todos.
Por la mañana tomamos camino hacia el United center, el pabellon que sirve de sede a los partidos de los Chicago Bulls y los Blackhawks. El pabellon esta en una zona algo mas pobre de Chicago, es mas Cati no las tenia todas consigo sobre llevarnos porque no le gusta nada la zona, pero bueno, habia que ver la estatua de Michael Jordan, alias el profeta para Oscar.
Llegamos al pabellon, nos dejaron meter el coche en el aparcamiento, y la verdad es que tuvimos suerte porque hubo unos pocos turistas al principio, pero despues tuvimos como media hora la estatua solo para nosotros, a la cual freimos a fotos desde todos los angulos.
Llevamos el coche al hotel, y Cati nos llevo a comer al rain forrest, un restaurante tematico para niños, en el que comes en medio de una jungla, hay animales animatronics que se mueven, hay cascadas, un acuario gigante, la verdad la ambientacion estaba bastante lograda.
A la salida pasamos por la tienda del Hard rock y alli hice una de mis compras favoritas del viaje, una camiseta 25 aniversario del Born in the Usa, guapisima, es azul con la portada detras, y la firma de Bruce Springsteen. Tambien me compre la camiseta del Real Madrid en el adidas store a un puertorriqueño muy enrollado, aparte de muy madridista tambien, jeje.
Por la tarde nos tocaba ir a uno de los platos fuertes del viaje, al U.S. Cellular Field, el campo de los White Sox. Ibamos a asistir al duelo entre los White Sox de Chciago y los Yankees de Nueva York, uno llevaba el corazon dividido, jeje.
Llegamos al estadio, mas pequeño que el Bernabeu por ejemplo, y claro en una de sus partes es abierto, pero las pantallas que tenian era de otro mundo, la megafonia era la leche, y los vomitorios del estadio llenos de sitios de comida rapida, no se lo montan mal estos americanos.
Cantaron el himno americano antes del partido, presentaron a los jugadores con fuegos artificiales, pero justo cuando iba a comenzar el partido, anunciaban que en 10 minutos lloveria, prediccion que se cumplio al minuto, tardo como 40 minutos en parar, y ya por fin empezo el partido.
El Beisbol como deporte, pues bueno, alli gusta mucho, pero nosotros estamos acostumbrados a otro tipo de deporte, quizas mas dinamico, sin tanta pausa.
Ademas fue un partido con tanteo corto, y resuelto en la ultima jugada a favor de los White Sox por 2-1.
Pero la experiencia estuvo bien, nos alimentamos como tipicos americanos, celebramos la ultima carrera con unos sentados delante nuestra, estuvo bien el partido en resumen.
Despues de eso la dura mision de encontrar el taxi, ultimo vistazo al skyline de Chicago de noche, tocaba en las habitaciones hacer recuento de regalos, e ir colocando las maletas, al dia siguiente nos esperaba España.
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