Empezo el segundo dia con algo de lluvia y frio, pero rapidamente se paso la nube. Recorrimos el pueblo, nos acercamos al rio, vimos las varias iglesias que habia por alli, pero tampoco habia mucho que hacer, visitamos el centro comercial mientras esperabamos la hora de probarnos los trajes.
Alli estuvimos al menos dos horas probando los trajes de la boda, despues nos desplazamos al red eye donde degustamos una pizza magnifica, alli el camarero nos pregunto de donde eramos y que cojones haciamos en Wausau, se ve que Wausau no es un sitio de mucho turismo...
Llegamos a la iglesia metodista donde se iba a celebrar la boda, nos hicieron presentarnos, aqui hubo algun problemilla con el idioma, yo me presente como uno de los godfathers jaja, luego me aclararon que eso era para referirse a los mafiosos.
Me ayudo mucho en las indicaciones que mi compañera como madrina era Amelia, que sabia español y a la que ya conocia cuando vino Cati por primera vez a España.
Al terminar el ensayo la tradicion alli marca que hay que cenar en casa de la novia, asi que alli fuimos.
No os imaginais la casa, una casa con dos alturas aprovechando el terreno, con un porche gigantesco, un garaje hecho de obra con moto de nieve, de agua, mesa de ping pong, etc...
Estuvimos conociendo a los familiares, jugando al ping pong, y sobre todo a un juego que tienen alli con dos tablas, y que consiste en lanzar unas bolsas de tela con algo de peso, y hacer canasta en el agujero de la tabla, o dejar las bolsas encima de la tabla. A mi me recordaba a la petanca, aqui empezo el cachondeo con el padre de David diciendole que yo fui campeon de esto en su momento, jaja, luego tambien hubo cachondeo con esto con el padre de Cati.
Las amigas de Cati decidieron irse a un bar, y alli que nos fuimos a pesar de que el cansancio ya pesaba.
Era un bar en plena carretera, enorme, con mucha gente, mucha cerveza por todos lados, y en el cual estuvimos Oscar, Ignacio y yo jugando al Billar.
la primera toma de contacto con los familiares de Cati habia salido bien, al dia siguiente nos esperaba la gran Boda.
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