lunes, 20 de octubre de 2014

Mi problema

Ismael Serrano publicaba hace 2 semanas su último trabajo " La llamada ". La verdad es que es un disco que he escuchado mucho, me ha convencido mas que su anterior trabajo.
Tiene autenticas joyas como " Absoluto ", la nostalgia de " Eramos tan jóvenes ", " Ahora te encuentro " y para mi uno de los momentos álgidos del disco es esta letra de su padre, Rodolfo Serrano, que vuelve a colaborar con otra enorme letra como en anteriores discos.

Aparte, aquí Ismael cuenta con la dulce voz de Natalia Lafourcade, que le da el contrapunto a esta ranchera relajada de desamor y noches en vela.


Me lo dicen amigos y enemigos:
que tú eres mi único problema
desde que ya no estás conmigo.
Dedícale a Cupido esta esquela,
virgen del desconsuelo y del peligro.

Las noches ya no son como eran antes,
ni son igual los bares y sus rostros.
Quedó esta pena de sala de embarque
y yo con este insomnio, tan nosotros,
cegada por la luz de otros amantes.

Cuando me echo a la calle, vida mía,
se paran el reloj y los calendarios,
los andenes son todo despedidas,
tu nombre ya no está en el diccionario
y antes de la muerte ya no hay vida.

Si tú eres mi problema y mi pecado,
quiero escapar contigo hasta el infierno,
pagar mis penitencias a tu lado.
Sin sentencia, mi vida, me condeno
a la cárcel sin puertas de tu abrazo.

Buscando entre el escombro del pasado
no encontraré el perdón. Tan sólo tengo
el recuerdo de un coche abandonado,
la tristeza y el tedio de los presos,
una cena sin vino ni invitados.

Te espero cada noche a mi regreso
a ese erial que es nuestra cama, incluso
después de haber gastado cien mil besos
quemándome mis labios. Yo me acuso
de descubrir tu carne en otros huesos.

Cuando me echo a la calle, vida mía,
se paran el reloj y los calendarios,
los andenes son todo despedidas,
tu nombre ya no está en el diccionario
y antes de la muerte ya no hay vida.

Si tú eres mi problema y mi pecado,
quiero escapar contigo hasta el infierno,
pagar mis penitencias a tu lado.
Sin sentencia, mi vida, me condeno
a la cárcel sin puertas de tu abrazo.

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