Nunca me he considerado un excelente marinero, mas bien de los normales. De aquellos que saben navegar si les sopla el viento a su favor, que saben fijar mas o menos un rumbo acertado.
En los últimos tiempos he tenido mas bien mareas agitadas, olas de demasiada altura que golpeaban una y otra vez contra la quilla de mi barco. No pudieron con el, aunque si dejaron dañado gran parte, pero logre mantenerlo a flote.
Los vientos cambiaron hace poco y me llevaron a un nuevo puerto, la marea era cómoda y se podía estar, pero de nuevo el rumor de las olas volvió y agito mi velero.
Ahora intento seguir otra travesía, no se si sera fácil seguir este rumbo, siguiendo el anterior rumbo me fallaba a veces la brújula y lo perdía durante días sin saber el motivo y el por que.
La brújula ha terminado determinando que ese rumbo no era el mío, de momento en el actual me acechan nuevos peligros, a veces la mar esta en calma y otras veces se desata tormenta sin saber muy bien donde me llevará.
Llevo achicando agua unos días, pero este barco no se va a hundir.
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